Los beneficios de la caza: ¿por qué es una actividad necesaria?

La caza es una práctica con una larga tradición en España, arraigada a su cultura. Aun así, no está exenta de controversia. Una parte de la sociedad cuestiona su utilidad, lo que ha dado lugar a un debate sobre su necesidad.
Sin embargo, los beneficios de la caza son numerosos y engloban cuestiones ecológicas, medioambientales, económicas y sociales, además de culturales.
A continuación, Cocampo expone los principales beneficios de la caza y explica por qué esta actividad es necesaria.
Índice de contenidos
¿Es la caza buena o mala? Desmontando mitos
La caza es percibida por una parte de la sociedad como una actividad perjudicial. Esta visión se justifica cuando la actividad cinegética se practica de forma furtiva, es decir, en zonas prohibidas o fuera de los periodos establecidos en las órdenes de veda.
No obstante, el furtivismo está prohibido en España. Su práctica está castigada con sanciones económicas e, incluso, penas de prisión y multas penales.
La actividad cinegética en el país está muy regulada para que se practique de forma sostenible. Todo el que desee ejercerla tiene que disponer de una licencia de caza, respetar los periodos y las cuotas fijadas en las órdenes de veda y cazar únicamente en las áreas autorizadas.
El ejercicio de esta actividad sosteniblemente tiene múltiples beneficios ecológicos, medioambientales, económicos, sociales y culturales, que se exponen a continuación.
Beneficios ecológicos y medioambientales de la caza controlda
La caza, cuando se practica de manera sostenible, tiene beneficios ecológicos y ambientales como la regulación y el control de las poblaciones animales, la prevención de la transmisión de enfermedades y la protección de la agricultura.
Regulación y control de poblaciones de animales
Las poblaciones de especies silvestres se regulan naturalmente cuando existe un equilibrio entre presas y depredadores en los ecosistemas. Sin embargo, los ecosistemas han perdido parte de su capacidad para autorregular las poblaciones de fauna silvestre.
Como resultado, en los últimos años, se ha detectado la sobrepoblación de algunas especies silvestres en España, como el corzo, el jabalí y el ciervo.
Esto ha provocado un aumento de los daños en las explotaciones agrarias, un crecimiento en el número de accidentes de tráfico con animales y un incremento en el riesgo de extinción de otras especies como, por ejemplo, el águila imperial o el lince ibérico.
La caza actúa como sustituto de los depredadores naturales, regulando los niveles poblaciones y manteniendo la salud de los ecosistemas.
Prevención de la transmisión de enfermedades
La caza también desempeña un papel fundamental en la prevención de la transmisión de las enfermedades sobre los animales silvestres a otros animales y a los humanos.
Entre las enfermedades que afectan a las especies silvestres cuya propagación ayuda a prevenir la caza se encuentran:
- Tuberculosis bovina: enfermedad infecciosa causada por micobacterias del complejo Mycobacterium tuberculosis. Afecta a múltiples especies de animales domésticos, entre las que destaca el ganado bovino. Su transmisión se produce a través de ungulados silvestres, como el jabalí, que actúa como reservorio de la tuberculosis.
- Sarna sarcóptica: trastorno de la piel causado por un ácaro de la familia Sarcoptidae, que afecta a algunos animales silvestres como la cabra montés, el rebeco, el arruí o el zorro. La propagación de esta enfermedad está ligada a la densidad de población. La caza permite reducir las densidades de población y retirar del medio a los animales afectados.
- Peste Porcina Africana: enfermedad viral causada por un virus de la familia Asfarviridae, que afecta a cerdos y jabalíes. Pese a que actualmente se encuentra limitada al este de Europa, el control poblacional es una herramienta fundamental para prevenir su entrada en España.
Protección de la agricultura y la biodiversidad
El exceso de algunas especies silvestres, como el conejo o el jabalí, provoca daños en la agricultura y la ganadería.
El control de estas poblaciones mediante la caza ayuda a reducir el deterioro de los cultivos. El control poblacional contribuye también a disminuir el riesgo de transmisión de enfermedades al ganado.
Igualmente, los aficionados a la caza invierten en la gestión y la conservación del medio mediante la instalación de fuentes de agua artificiales, el suministro de alimento y la creación de lindes. Lo anterior tiene un impacto favorable en la biodiversidad.
Cazadores, gestores y propietarios destinan cada año 289 millones de euros a estas tareas. El sector cinegético se establece, así, como el segundo sector que más invierte en la gestión del medio, después de la Administración pública.
Beneficios económicos y de desarrollo rural
La caza también tiene beneficios económicos y fomenta el desarrollo rural. Es un motor económico sostenible que crea empleos en el medio rural y promueve el turismo cinegético.
La caza como motor económico sostenible
La caza genera cada año 10.190 millones de euros de Producto Interior Bruto (PIB) en España. Esta cifra es equivalente al PIB del sector textil en todo el país y al el 15% del PIB agrícola.
A través de esta actividad, además, se recaudan anualmente 1.200 millones de euros en impuestos, una cantidad superior a la que generan conjuntamente el cine español y la música.
Creación de empleo en el medio rural
Según el informe Estudio del impacto económico, social y ambiental de la actividad cinegética en España, realizado por la consultora Deloitte para Fundación Artemisa, la caza genera y mantiene 199.900 puestos de trabajo, entre ellos guardas rurales, gestores de cotos y veterinarios cinegéticos.
De estos, 45.641 son empleos directos. El 80% de los empleos directos se desarrollan en el medio rural. De igual modo, el 32,6% de los aficionados a la caza residen en municipios con menos de 5.000 habitantes.
Fomento del turismo cinegético
El turismo cinegético es una importante fuente de ingresos para las economías locales. Este turismo genera anualmente millones de euros en el país.
España es uno de los principales destinos elegidos por los cazadores internacionales para llevar a cabo actividades turísticas relacionadas con la caza. Es el segundo país de Europa en número de licencias de caza, sólo por detrás de Francia. Unas 850.000 personas nacionales e internacionales practican esta actividad en el país.
La expedición de licencias y otros permisos obligatorios, como la licencia de armas en caso de cazar con arma de fuego, genera numerosos ingresos.
A estos se suman las ganancias ocasionadas por los gastos derivados de los viajes de los cazadores (comidas, alojamiento y transporte) y la venta de equipamiento de caza. Y es que el cazador europeo se gasta de media al año 1.700 euros.
Beneficios sociales y culturales
Entre los beneficios de la caza se encuentran también los aspectos sociales y culturales.
La carne de caza: un recurso sostenible y saludable
La carne de caza es una fuente de alimento en muchas zonas rurales, donde forma parte de la gastronomía tradicional. Procede de animales criados en libertad, cuya alimentación se basa en plantas, hierbas y frutos silvestres. Esta dieta que siguen los animales le otorga un sabor intenso y una mayor calidad nutricional.
De acuerdo con la Asociación Interprofesional de la Carne de Caza (Asiccaza), la carne de caza tiene un alto contenido en proteínas (entre un 20% y un 23% más que la carne industria) y un bajo aporte calórico y en grasas, con un 3% menos de lípidos que la de ganado.
Asimismo, es rica en vitaminas del grupo B (B3, B6 y B12) y en minerales como el magnesio, el fósforo, el potasio, el zinc y el calcio. Por todo ello, los nutricionistas recomiendan incluirla de manera habitual en la dieta.
La carne de caza, además, hace un menor uso de los recursos naturales que la carne industrial y genera menos emisiones de CO2. Así pues, no sólo es una opción saludable, sino también sostenible para el medio ambiente.
Conexión con la naturaleza y el legado cultural
Para ejercer la caza de forma sostenible hay que tener un gran conocimiento del medio. Los cazadores tienen que entender el comportamiento de las especies y de sus hábitats, así como actuar con respeto hacia la biodiversidad.
Se trata, asimismo, de una actividad transmitida entre generaciones, que refuerza el sentimiento de pertenencia en las zonas rurales donde se practica.
La caza sostenible: la gran diferencia con la caza furtiva
El sector cinegético y la Administración pública, esta última a través de los Parques Naturales, colaboran en la gestión y la conservación del medio mediante la caza sostenible.
La Fundación Caza Sostenible, organización sin ánimo de lucro que defiende y promueve esta práctica, la define como aquella que permite realizar un aprovechamiento sostenido de la caza como recurso natural renovable, que no deteriora el recurso ni compromete la conservación del medio.
La caza sostenible es la única forma ética y legal de llevar a cabo la actividad cinegética, pues se fundamenta de sostenibilidad y conservación ambiental.
Preguntas frecuentes sobre los beneficios de la caza
¿Cuál es el objetivo principal de la caza?
Aunque en sus orígenes la caza fue una actividad de subsistencia, hoy en día cumple principalmente una función recreativa y de gestión del medio.
Sin embargo, en las zonas rurales sigue siendo una fuente de alimento para muchas personas, porque forma parte de la cultura gastronómica. Y, en los últimos años, la mayor conciencia de los consumidores sobre lo que comen ha impulsado un aumento en su popularidad con fines alimentarios.
¿Es la caza buena para el medio ambiente?
Sí, la caza tiene efectos positivos sobre el medio ambiente cuando se lleva a cabo de forma sostenible.
Entre los beneficios de la caza en este sentido están el control poblacional de especies, la prevención de enfermedades sobre especies silvestres y la protección de animales en peligro de extinción.
¿Qué diferencia hay entre caza deportiva y caza de gestión?
La principal diferencia entre la caza deportiva y la caza de gestión es el fin para el que se practica.
La caza deportiva consiste en la captura de fauna silvestre con fines deportivos, es decir, para la obtención de un trofeo de caza (partes especiales de los animales, como cabezas, cornamentas o colmillos).
Por otro lado, la caza selectiva o de gestión se basa en la conservación de la biodiversidad. En consecuencia, se centra en la captura de fauna silvestre con el propósito de mantener su densidad poblacional y mejorar el hábitat en el que esta se encuentra.
¿Se puede cazar en Parques Naturales?
No, la caza deportiva y comercial de animales en los Parques Nacionales de España está prohibida desde el 5 de diciembre de 2020.
Sin embargo, se permite la caza con el objetivo de controlar las poblaciones por parte de las autoridades de los Parques Nacionales para gestionar especies que causen problemas ecológicos.
Fuentes
- Asociación Interprofesional de la Carne de Caza (Asiccaza)
- Federación de Caza de Castilla y León
- Fundación Artemisan
- Fundación Caza Sostenible
- Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico
- Publicaciones Cajamar
- Seguros AXA
Esta nota contiene:
Puede interesarte...