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Adela Romero Ruano, presidenta de COAMUR: «Aún queda por hacer para que las mujeres accedan en igualdad a la economía en el sector agro» | Personajes Agro

06/03/2025
Adela Romero Ruano, presidenta de la Coordinadora Andaluza de Organizaciones de Mujeres Rurales (COAMUR).

Adela Romero Ruano (Málaga, 1965), es fundadora y presidenta de la Coordinadora Andaluza de Organizaciones de Mujeres Rurales (COAMUR), una de las principales asociaciones de mujeres rurales del país que, desde 2019, lucha por la igualdad real entre hombres y mujeres en el campo y por el desarrollo rural.

Esta organización pionera, la primera de su tipo en España, agrupa a 21.000 mujeres rurales y más de 200 asociaciones de distintas provincias de Andalucía. En sólo seis años, COAMUR ha sido clave para el desarrollo de distintas iniciativas, como la elaboración del Estatuto de las Mujeres rurales y el Mar de Andalucía, que promueve acciones para la eliminación de la brecha de género en el sector agro.

Esta medida, una demanda de más de una década de las asociaciones de mujeres rurales, ha sido recientemente aprobada por la Consejería de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural de la Junta de Andalucía.

No obstante, todo esto ha sido consecuencia de un proceso de descubrimiento personal y profesional. Tras su paso por Madrid, Adela decide regresar a Málaga, en concreto a Cuevas de San Marcos, un municipio de poco más de 3.000 habitantes. Allí se dedica al sector del olivar de la aceituna de mesa y de la producción de Aceite de Oliva Virgen Extra (AVOE).

Durante su experiencia en el campo, percibe las dificultades que enfrentan las mujeres rurales, lo que la motiva a emprender un camino de cambio.

Con motivo del Día de la Mujer, que se celebra el 8 de marzo, Cocampo entrevista a Adela Romero Ruano como parte de su serie Personajes Agro.

PREGUNTA. ¿Cuáles son los desafíos a los que se enfrenta actualmente la mujer rural?

RESPUESTA. Las mujeres rurales somos muy diversas, y los desafíos que enfrentamos varían según la edad, la situación social y económica de cada una.

Sin embargo, a grandes rasgos, se pueden identificar tres grandes desafíos: las desigualdades de género, el acceso al empleo y la despoblación de los pueblos, además del cambio climático, que afecta a la agricultura. La falta de agua hace que muchas personas migren a las ciudades en busca de otro empleo.

Dentro de estas tres grandes ramas de problemáticas, hay muchos retos particulares. Por ejemplo, en las desigualdades de género está el escaso posicionamiento de las mujeres en el sector agrario y en sus órganos de poder, la falta de recursos para la conciliación, la sanidad o la violencia de género.

En el ámbito del empleo, se encuentra la innovación del sector turístico agroalimentario, junto con la digitalización y la robótica en el campo, que presentan grandes desafíos.



En lo que respecta a la despoblación, está el éxodo rural y la falta de relevo generacional para nuestras explotaciones y asociaciones.

A todo esto, se suma que hay mujeres con dificultades funcionales y sociales, como son las mujeres migrantes, que enfrentan una doble o triple discriminación, debido a las circunstancias del medio rural. El acceso a los recursos, que generalmente se encuentran en las ciudades, puede dificultar muchos de estos procesos.

Así trabaja Adela Romero Ruano por la mujer rural

P. ¿Qué medidas están llevando a cabo desde la coordinadora para abordar estos retos?

R. Estamos llevando a cabo principalmente cinco líneas de medidas.

Una es la información. Nos aseguramos de informar a nuestras asociadas sobre todo lo que pueda ser de interés para ellas, como subvenciones y formación disponibles, oportunidades de empleo, formas de mejorar su participación y maneras de hacer mayor incidencia política. Toda esta información la tratamos en nuestras redes, además de por WhatsApp y correo electrónico.

Otra línea es la formación. Impartimos cursos de drones, empoderamiento de mujeres y otras temáticas. Estamos conectadas también con las universidades, acercando su formación a los pueblos. Además, trabajamos en la sensibilización, con una línea de incidencia con respecto a la igualdad de género.

La cuarta línea es la interlocución. Mantenemos un diálogo con las administraciones públicas, a las que trasladamos todas las demandas de las mujeres para impulsar cambios, como la creación de una mesa de mujeres rurales, el desarrollo de un Estatuto de la Mujer Rural, la creación de premios para las mujeres rurales y la mejora de su posicionamiento en las operativas.

La última línea es la conexión de las redes de mujeres. Las redes de mujeres nos unimos para tener más fuerza a la hora de hacer esa incidencia. Estas redes nos permiten compartirnos toda la información, trabajando en dos líneas, de abajo hacia arriba y de arriba hacia abajo. Esta colaboración es esencial para conseguir los logros que nos proponemos.

Estas son las cinco principales líneas de medidas que estamos llevando a cabo junto con la visibilización de las mujeres rurales y su papel en la historia, que tiene un impacto también en lo que somos y en lo que vamos a ser.

Estamos recopilando y posicionando, sobre todo, el papel histórico de la mujer en el turismo rural, que también es importante. Cuando se habla de la historia de los pueblos, se menciona a los reyes y lo que estos hicieron, pero muchas veces se olvida el rol de las mujeres.

La inexistencia del papel de las mujeres rurales en la historia se refleja en el turismo. Queremos posicionar en la historia a las mujeres que han vivido en el medio rural, y que se refleje también en el turismo, para mejorar la visión de nuestros pueblos y aumentar el interés de los visitantes.

Tenemos más retos que todavía no hemos conseguido, pero somos una organización con nada más que siete años de vida. Estamos muy contentas con lo que hemos logrado. Actualmente, estamos en el Consejo Andaluz de Participación de las Mujeres y en el Observatorio Andaluz de la Violencia de Género.

Estamos además en la mesa del sector alimentario, que se ha creado también gracias a nuestra labor de interlocución y de incidencia en los planes estratégicos de igualdad en muchos sectores.

Además, con la coordinadora andaluza, las mujeres rurales tienen por primera vez la vicepresidencia del consejo andaluz de participación de las mujeres. Esto es un hecho muy importante, porque nos va a posicionar más durante estos próximos cuatro años en el desarrollo del Estatuto de las Mujeres Rurales y el Mar.

Tecnología y herencias, las claves del avance femenino en el campo, según Adela Romero Ruano

P. Andalucía es la región de España con el mayor número de mujeres jefas de explotación, representando el 29,7% del total de jefas. ¿Qué factores se encuentran detrás de esta participación femenina en la gestión de explotaciones? ¿Está influyendo esto en la transformación del sector agrario andaluz?

R. Sí, esto tiene que ver mucho con lo que tenemos gracias a nuestros ancestros y ancestras. La agricultura ha funcionado en gran medida gracias al trabajo de nuestros padres, quienes han tenido más acceso a la tierra. Gracias a las herencias, muchas mujeres se están encontrando ahora con que tienen tierras.

Estas explotaciones también han permitido una modernización del campo, con la introducción de maquinaria que facilita el trabajo. Pero el acceso al trabajo es más accesible en unas zonas que en otras, porque hay determinadas maquinarias que no están pensadas para que las mujeres las usen, lo que dificulta su presencia en el campo. A la vez, tecnologías como los drones están facilitando la labor de las mujeres, sobre todo en lo relacionado con el regadío, lo que nos permite tener acceso al trabajo en el campo.



Asimismo, tienen que ver las políticas que hemos trabajado las organizaciones de mujeres para incentivar las explotaciones gestionadas por mujeres, que también están dando resultados aquí en Andalucía, así como la dotación de recursos para las mujeres en modo de subvenciones.

Después, está el papel de la mujer. Cada vez es más protagonista y está más empoderada. La mujer ve el campo como una oportunidad y lo ecológico como una necesidad, especialmente en relación con la alimentación de nuestros hijos e hijas. Esto está haciendo que la mujer vaya avanzando en el sector agrario.

Pero no nos engañemos. Aunque en esas cifras sí somos pioneros a nivel andaluz, después hay otros datos ocultos, y es que la presencia de la mujer en el campo sigue siendo menor que la del hombre. Según con qué se comparen esas cifras, podemos ver que estamos creciendo y posicionándonos, pero aún queda mucho por hacer para lograr que la mujer acceda en igualdad a la economía y a los puestos de poder en el sector agroalimentario y agroindustrial, tanto en Andalucía como en el mundo.

P. Se ha observado que las mujeres lideran más iniciativas consolidadas en el entorno rural que en el urbano y más que los hombres rurales. ¿Qué está motivando esta situación?

R. El enfrentamiento de las mujeres a las dificultades que tiene el medio rural. Una de las más grandes es el empleo, lo que obliga a la mujer a reinventarse cada día para poder trabajar en el medio rural.

Esta lucha por estar en el empleo y acceder a los recursos económicos, que son vitales para su vida, hace que las mujeres emprendan más en el medio rural.

Por un lado, el medio rural ofrece mayores facilidades para emprender, porque los locales y los alquileres son más económicos que en las ciudades. Sin embargo, presenta una dificultad, pues el acceso a los clientes es menor que en el medio urbano, lo que provoca que algunos negocios se creen, pero no logren consolidarse.

Las mujeres enfrentan una constante búsqueda de la clave que les permita hacer sostenible su vida económica. Esta es precisamente la razón por la que las mujeres emprenden más en el medio rural: porque es una necesidad que tienen. Y trabajan cada día para lograrlo.

P. Las mujeres rurales enfrentan más dificultades para acceder a la tierra. Aunque el 49,1% de los habitantes de los municipios rurales españoles son mujeres, sólo el 28,6% de las explotaciones están gestionadas por ellas. Cocampo surge con el objetivo de facilitar el acceso a la tierra a todos los actores del sector. ¿Cree que plataformas como Cocampo pueden contribuir a incrementar la igualdad de oportunidades en el sector?

R. Es una plataforma muy importante, porque proporciona información y además posiciona los recursos de las mujeres.

Si una mujer quiere alquilar o vender una finca, o busca una para desarrollar su actividad, estas conexiones pueden ser fundamentales. Cocampo es una herramienta clave para posicionar a las mujeres en el sector agroalimentario, ya que muchas poseen tierras que no necesitan y pueden contactar con otras mujeres para alquilarlas.



Al mismo tiempo, las mujeres pueden ver que otras han sido capaces de poner en marcha explotaciones, e iniciar su actividad. Ahora mismo, muchas mujeres no tienen en su visión que la tierra es un negocio y que ellas pueden alquilarla, comprar maquinaria y acceder a subvenciones, lo que es una oportunidad de negocio importante para sus vidas.

Contar con una plataforma que centraliza todos estos procesos, los hace accesibles y les da visibilidad es una oportunidad para las mujeres.

El futuro del campo según Adela Romero Ruano

P. ¿Qué espera para las mujeres rurales en los próximos años?

R. Las mujeres rurales enfrentamos muchos desafíos. Ojalá tuviéramos más fuerza, más presencia, más visibilidad y nuestras voces fueran realmente tenidas en cuenta. Eso es lo que me gustaría: que se nos reconozca y valore nuestro papel.

Uno de los mayores retos es trasladar a nuestros hijos e hijas la importancia de mantener las tierras, seguir invirtiendo en el campo y continuar luchando por todo el trabajo que han hecho nuestros ancestros para tener sus explotaciones y para hacer los pueblos más desarrollados e integrados. No podemos permitir que eso se pierda.

Los pueblos tienen que seguir teniendo fuerza. Nuestros descendientes han de seguir sus vidas en los pueblos, para que estos mantengan su vitalidad, dinamismo y desarrollo rural, y hacer que las mujeres seamos protagonistas en esos procesos.

El futuro nos plantea también otros grandes retos, como la digitalización, la introducción de la robótica, el asentamiento de población en el medio rural y la lucha contra la violencia de género. Todo esto forma parte de la hoja de ruta del trabajo de la mujer rural.

P. Para finalizar, ¿algún mensaje que quiera transmitir a las mujeres rurales por el Día de la Mujer?

R. Es muy importante que sigan trabajando en las asociaciones de mujeres y se conecten entre ellas, porque al alinearse con otras mujeres, sus proyectos se van a ver engrandecidos.

También, es crucial que miren la tierra como parte de su futuro y de la historia de las mujeres. Hemos luchado mucho por nuestros derechos en el sector agrario, por la titularidad compartida y por muchas otras cuestiones.

Es fundamental que sigan existiendo organizaciones de mujeres fuertes que luchen por las necesidades de las mujeres rurales. Las animo a que no desfallezcan y sigan trabajando.

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