La importancia de la titularidad compartida en las explotaciones agrarias
El trabajo de las mujeres agricultoras continúa invisibilizado y bajo una desigualdad de género. Según datos del Censo Agrario del INE, de los 914.871 jefes de explotaciones agrícolas, el 28,6% son mujeres. Aunque empieza a haber un avance hacia la igualdad, con un aumento del 22% desde 2009, como muestra el ‘I Informe Cocampo sobre la Estructura de Suelo Rústico en España’, queda camino por recorrer.
Cada vez son más las medidas que incluyen la perspectiva de género y que están orientadas a reducir la desigualdad entre hombres y mujeres en el medio rural, como la nueva Política Agraria Común (PAC) o el Programa Europeo de Desarrollo.
Uno de los principales hitos en cuestión de género es la Ley 35/2011 sobre titularidad compartida de las explotaciones agrarias, que busca el reconocimiento jurídico, social y económico de la actividad agraria y promover, así, la igualdad real de las mujeres.
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¿Qué es la titularidad compartida en explotaciones agrarias?
La titularidad compartida es la posibilidad de un matrimonio o una pareja de hecho para gestionar conjuntamente una explotación agraria. Así, además de compartir las tareas agrarias, los cotitulares se dividen los derechos, la gestión, los rendimientos y las subvenciones equitativamente.
La ley supuso que en aquellas explotaciones familiares en las que hasta entonces constaba como titular solo el hombre, ahora lo hicieran la mujer o su cónyuge. Una revolución en el sector agro al dejar de considerar la aportación de la mujer una “ayuda familiar”, una extensión de sus labores domésticas.
Este reconocimiento se traduce en una igualdad de derechos entre hombres y mujeres. La participación de las mujeres en la actividad agraria se pone en valor, al contar con sus propias prestaciones sociales, cotizando a la Seguridad Social y con derecho a pensión o a solicitar una baja laboral.
Las mujeres son consideradas profesionales del sector. “Es el reconocimiento de todas las mujeres que se han dedicado desde hace siglos a la agricultura y a la ganadería, y un poco también de las que ya no están y durante tanto tiempo han trabajado a la sombra de sus parejas, padres y hermanos”, cuenta Lola Marín, coordinadora de FADEMUR Castilla La Mancha.
Hace una década, se preveía que entre 30.000 y 55.000 explotaciones en España podrían ser beneficiarias de la ley. Sin embargo, en la actualidad apenas lo son el 4,25%. El desconocimiento de la medida, las dificultades en los trámites previos derivados del mismo y la falta de cultura de dar de alta en la Seguridad Social en el medio rural se constituyen como principales motivos.
Lola Merino Chacón, presidenta de la Federación de Mujeres y Familias del Ámbito Rural (AMFAR), añade también la “gran diversidad de normativa regional en esta materia, lo que lleva consigo que en cada comunidad autónoma sea diferente y, por tanto, se deba estar pendiente de cada paso regional”.
¿Qué es el RETICOM?
El Registro de Explotaciones agrarias de Titularidad Compartida del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (RETICOM) plasma las inscripciones de las explotaciones de titularidad compartida. Esta información es proporcionada por cada Comunidad Autónoma.
Con datos de marzo de 2024, 1.274 explotaciones están inscritas en el Registro de Titularidad Compartida, un aumento del 26,3% con respecto al año anterior (1.009 explotaciones). Por provincias, León (198), Salamanca (85), Burgos (80), Badajoz (73) y Ciudad Real (71) son las que más altas tienen. Otras como Madrid, Tarragona y Baleares cuentan con cero explotaciones en el registro.
Para Lola Merino Chacón, presidenta de AMFAR, estos datos «ponen de manifiesto que hacen falta nuevas medidas y ajustadas a la realidad de las mujeres, para conseguir que cualquier mujer que quiera incorporarse al sector agrario no encuentre obstáculos que se lo impidan”.
Requisitos titularidad compartida
Los titulares de una explotación de titularidad compartida deben cumplir con una serie de requisitos:
- Estar ambos dados de alta en la Seguridad Social.
- Trabajar en la actividad agraria de manera directa y personal.
- Residir en el territorio en el que se encuentra ubicada la explotación.
- La residencia de los titulares tiene que ser la misma en el certificado de empadronamiento o residencia.
Beneficios titularidad compartida
Desde FADEMUR Castilla La Mancha recalcan que la titularidad compartida tiene beneficios no solo para la sociedad, sino para el propio sector.
“El sector agrario está muy masculinizado, necesita que se visibilice también a las mujeres. Con la titularidad compartida, las mujeres tendrán obligaciones ahora, como cotizar a la Seguridad Social, pero también tienen derechos”, explica Lola Marín.
Las explotaciones de titularidad compartida suponen distintas ventajas para la mujer rural en el reconocimiento de su participación en la actividad agraria:
- Administración, representación y responsabilidad sobre la explotación de titularidad compartida entre los dos miembros titulares.
- Reparto de los rendimientos generados por la explotación al 50%.
- Ambos titulares son considerados beneficiarios directos de las ayudas y subvenciones de la explotación.
- Ambos miembros cotizan a la Seguridad Social.
- Las responsabilidad es directa, personal, solidaria e ilimitada de los dos titulares.
- Prioridad para recibir ayudas y subvenciones.
- Preferencia de las mujeres miembros en la formación y asesoramiento de cuestiones agrarias.
Ayudas titularidad compartida 2022
Desde su aprobación en 2011, la titularidad compartida ha tenido un “desarrollo lento”. Por ello, el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) ha puesto en marcha medidas para divulgar la importancia de esta figura y fomentar nuevas inscripciones de explotaciones de titularidad compartida.
En ese sentido, convoca anualmente subvenciones directas, para facilitar además que sus titulares puedan afrontar el doble pago a la Seguridad Social. También, para que las mujeres que comparten tareas en explotaciones familiares, “participen en igualdad de condiciones en los derechos y obligaciones que les corresponden por su labor profesional”.
Desde sindicatos como FADEMUR Castilla La Mancha muestran su apoyo. “Creemos que son medidas necesarias, porque las leyes tienen que ir acompañadas de un presupuesto económico, y más las leyes que trascienden un poco a lo social”, añade Lola Marín.
Para el año 2022, ha convocado ayudas por un valor de 1,5 millones de euros, un 50% más que en su primera convocatoria de 2021.
En 2021, recibieron la subvención un total de 729 explotaciones, lo que supone el 80,64% de las que podían beneficiarse, con un importe medio de 1.371,74 euros.
Pueden ser destinatarios de las ayudas las explotaciones inscritas en el Registro de explotaciones agrarias de titularidad compartida (RETICOM) un mes antes de la publicación del extracto de la convocatoria en el BOE.
Las ayudas son de concesión directa, en régimen de concurrencia no competitiva y su cuantía máxima anual es de 1.500 euros por explotación que haya sido beneficiada.
Los beneficiarios deben cumplir con las siguientes obligaciones:
- La explotación de titularidad compartida debe permanecer registrada en el RETICOM durante cinco años desde la fecha de publicación de la resolución de otorgación de ayudas.
- Los titulares tienen que permanecer dados de alta en la Seguridad Social durante al menos cinco años también.
Conclusión
La titularidad compartida es esencial en el reconocimiento del aporte de la mujer en la agricultura y la ganadería.
Cocampo comparte su relevancia para reducir la brecha de género y en el reconocimiento de los derechos de las mujeres. Asimismo, anima a que la administración convoque más ayudas y a que los propietarios se den de alta para acabar con la masculinización del sector.
Fuentes
- Ley 35/2011 sobre titularidad compartida de las explotaciones agrarias.
- Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA).
- Instituto de Nacional de Estadística (INE).
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