¿Cómo elegir el mejor sistema de riego?
El agua es un recurso vital para el desarrollo de los cultivos. La escasez de los recursos hídricos generados por los efectos derivados del cambio climático provoca que el agua sea un insumo difícil de adquirir, resaltando la importancia de su conservación y adecuada gestión.
En consecuencia, los sistemas de riego, en especial aquellos que hacen un uso eficiente del agua, han adquirido relevancia.
Existen diferentes tipos de riego que han mejorado a lo largo de los años para enfrentarse al reto del acceso al agua y conseguir el correcto desarrollo de los cultivos. Así, elegir el sistema de riego óptimo depende de diversos factores que abarcan desde el terreno hasta el tipo de cultivo.
¿Por qué es importante elegir un sistema de riego adecuado?
Escoger un sistema de riego adecuado para el cultivo es importante debido a factores como la conservación del agua, el óptimo rendimiento de las plantas y el ahorro de tiempo y trabajo.
- Conservación del agua: un sistema de riego eficiente ayuda a conservar el agua al proporcionar la cantidad necesaria para las plantas. De esta manera, se evita su desperdicio y se consigue una plantación sostenible.
- Optimización del crecimiento de las plantas: en función del tipo de cultivo, existen distintas necesidades de agua. Un sistema de riego adecuado puede adaptarse para satisfacer las demandas del cultivo y promoverá un crecimiento saludable y óptimo de la plantación.
- Ahorro de tiempo y trabajo: un sistema bien diseñado puede automatizar gran parte del proceso de producción.
¿Qué factores influyen en la elección de un sistema de riego?
Los factores para elegir un sistema de riego adecuado incluyen la superficie, el tipo de cultivo, la climatología de la zona, los costes y las regulaciones de cada municipio.
En el caso de la superficie, la extensión se comprueba utilizando diferentes herramientas para medir la distancia y obtener las dimensiones del terreno. Además, se debe considerar la topografía, debido a su posible pendiente, así como el tipo de cultivo, a causa de las diferentes demandas de agua de la plantación.
La cantidad de agua que necesitan las plantas también es algo determinante en la elección del sistema de riego. Ésta depende de si se vive en una zona con un clima cálido y seco o en una región más húmeda y fresca. De igual modo, se deben considerar otros aspectos como la lluvia, las horas de sol y la disponibilidad de agua.
Factores determinantes en la elección del sistema de riego serían también los costes y las políticas y regulaciones locales.
Los precios de instalación, operación y mantenimiento de los sistemas de riego pueden variar notablemente. Es importante considerar los costes a corto y largo plazo, además de los recursos disponibles para la explotación, que ayudarán a escoger el mejor sistema de riego.
Las regulaciones y políticas locales sobre las restricciones de agua o los incentivos para su conservación también interfieren en la elección del sistema de riego, ya que es obligatorio acogerse a las leyes de cada municipio.
Tipos de sistemas de riego
Existen diferentes tipos de riego en el mercado dependiendo del terreno o del tipo de cultivo. Algunos son subterráneos, otros se ubican encima del cultivo o al ras del suelo.
Riego por gravedad
El riego por gravedad es un sistema de riego a través del que se aprovecha la gravedad para el transporte del agua mediante canales, surcos o zanjas.
En este sistema, el terreno se modela para permitir que el agua fluya por una pendiente, cuya fuente es un suministro natural como un río, un embalse o un canal, hasta los campos de cultivo.
El riego por gravedad es uno de los métodos más antiguos y simples de los sistemas de cultivo, pero puede resultar menos eficiente que otros sistemas más avanzados.
Este sistema de riego tiene un bajo coste inicial, ya que requiere de una infraestructura sencilla y no necesita recursos de energía extrema, debido al transporte de agua de forma natural. También, precisa de poco mantenimiento, porque no demanda del uso de equipos mecánicos que requieran de revisión.
Otra ventaja es la adaptabilidad, pues se puede utilizar en diversos terrenos y diferentes condiciones siempre que haya una fuente de agua cerca y una pendiente que permita el flujo del agua.
Las desventajas del sistema por gravedad son la ineficiencia del uso del agua, al provocar pérdidas significativas, así como que la distribución de agua es difícil de controlar, lo que influye en la uniformidad del riego y la calidad de los cultivos.
Este sistema se ve afectado también por la dependencia del clima, debido a la cantidad de lluvias.
Riego por inundación
El sistema de riego por inundación consiste en la inundación de los campos de cultivo con agua, que se mantiene durante un tiempo para que el suelo la absorba. Este es común para suelos pesados y arcillosos, donde la absorción del agua resulta complicada.
El principal objetivo del cultivo por inundación es proporcionar un ambiente húmedo y saturado de agua que sea favorable para el crecimiento de los cultivos.
Entre las ventajas del riego por inundación se encuentra su facilidad de implementación y su bajo coste inicial, al tratarse de un sistema simple que no requiere de muchos recursos. Además, es apto para una variedad de cultivos como el arroz, la alfalfa o los pastos forrajeros.
En lo relativo a la sostenibilidad, pese a que puede ocasionar pérdidas significativas de agua, también es capaz de contribuir a la recarga de acuíferos subterráneos, que ocupan el segundo puesto a nivel mundial en cuanto a la reserva de agua dulce.
Este sistema cuenta con desventajas en lo relativo a una adecuada nivelación del terreno para lograr una distribución uniforme del agua. Además, puede aumentar el riesgo de enfermedades en algunas plantas o propiciar plagas, ya que se suelen desarrollar en ambientes húmedos y estancados.
Riego por aspersión
El riego por aspersión consiste en distribuir el agua sobre los cultivos en forma de gotas finas mediante el uso de aspersores, fijos o móviles, que se conectan a una red de tuberías que la suministra.
Es uno de los sistemas más usados en la agricultura por su capacidad para cubrir las grandes superficies de una forma eficiente y uniforme.
La flexibilización de la aplicación del agua es uno de sus principales beneficios, debido a que la aspersión de los cultivos puede facilitarse y adecuarse a una amplia variedad de cultivos.
Asimismo, la automatización del sistema es otro punto destacable, así como que es un sistema sostenible que reduce la erosión del suelo, ante su aplicación suave.
Este sistema de cultivo se enfrenta a pérdidas por evaporación y viento, lo que puede reducir la eficiencia de cultivo.
También, en comparación con otros métodos, conlleva una mayor inversión inicial ante la necesidad de más equipos de infraestructura, del uso de bombas para proporcionar la presión necesaria y de un mantenimiento regular.
Riego por goteo
El sistema de riego por goteo consiste en, mediante el uso de tuberías con unos pequeños orificios, suministrar agua a las plantas lentamente, lo que permite una aplicación eficiente y uniforme del agua.
Este sistema de riego localizado destaca por su alta eficiencia en el uso del agua y por disminuir las pérdidas por evaporación y escurrimiento. Además, normalmente está automatizado, lo que provoca la disminución de los costes, y una flexibilización en la aplicación de fertilizantes.
Por otro lado, se enfrenta a unos costes iniciales altos, debido a los materiales necesarios para su instalación. Estos materiales también pueden sufrir daños, como roturas por el desgaste causado como consecuencia de las adversidades climáticas.
Su utilización es común en los sistemas de agricultura intensiva, pero se puede aplicar a multitud de terrenos ante su versatilidad de adaptación.
También existe el riego por goteo subterráneo, cuya diferencia radica en que todo el conjunto de tuberías se encuentra enterrado, mientras que en el riego por goteo superficial las únicas tuberías que no están enterradas son las portagoteros.
El sistema de riego subterráneo es un método en el que el agua se distribuye bajo la superficie del suelo a través de tuberías enterradas.
Este sistema utiliza emisores o dispositivos de goteo ubicados en las tuberías subterráneas para liberar el agua de manera controlada y gradual, lo que fomenta un uso eficiente del insumo y una menor erosión del suelo.
También contribuye a la reducción del crecimiento de malezas y a la prevención de las enfermedades en los cultivos, al mitigar la humedad. Sin embargo, su instalación es más compleja y costosa en comparación con otros sistemas, porque requiere de un mantenimiento más recurrente.
Este sistema de riego es adecuado para terrenos con baja permeabilidad, considerando que permite una aplicación controlada en las raíces de las plantas. Asimismo, destaca su utilización en terrenos con problemas de salinidad o con espacio limitado.
Fuentes
- Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA).
- Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO).
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