Margarita Rico: «Hay que visibilizar que la digitalización ha llegado también al campo» | Personajes Agro
Margarita Rico González es profesora e investigadora de la Escuela Técnica Superior de Ingenierías Agrarias (ETSIIAA) de la Universidad de Valladolid. Doctora en Ciencias Económicas y Empresariales, es un referente en materia de igualdad de las mujeres rurales.
Realizó su Tesis Doctoral sobre la contribución socioeconómica de las mujeres al medio rural en Castilla y León, en la que demostró que “aquellos municipios en los que hay más mujeres jóvenes y, además, cualificadas tienen un desarrollo mayor”.
Su labor investigadora, con numerosas publicaciones en revistas especializas, ha sido reconocida con el premio Estudios sobre la Realidad de la Mujer en la provincia de Palencia.
Uno de sus últimos proyectos ha sido la coordinación del Libro Blanco ‘Primero el sector primario’ de McDonald’s, que busca contribuir a que el sector agrario avance hacia la sostenibilidad, la competitividad y la igualdad. Uno de los principales retos que se establecen en el documento es la visualización, visibilización y valoración del trabajo de la mujer rural.
Para contribuir a darle visibilidad al papel de la mujer en el mundo rural, Cocampo habla con ella dentro de la serie Personajes Agro.
PREGUNTA. Recientemente se ha publicado el Libro Blanco ‘Primero el sector primario’ de McDonald’s, del que ha sido coordinadora. Este realiza una radiografía del campo español y trata los retos a los que se enfrenta, entre los que se encuentra la invisibilización del papel de las mujeres agricultoras y ganaderas. ¿Cómo es la mujer rural hoy en día y a qué retos se enfrenta?
RESPUESTA. España es un territorio muy amplio, y el medio rural también. Por tanto, no puede decirse que haya un único perfil de mujer rural, porque estas son muy diversas.
Lo que si es cierto es que hay una tendencia a medida que pasa el tiempo a que la invisibilización que sufrían las mujeres rurales vaya remitiendo poco a poco. Las mujeres del medio rural han cambiado su forma de ver las cosas, quieren incorporarse de manera plena al mercado de trabajo. Antes estaban incorporadas, pero trabajaban sin reconocimiento, tanto económico como social. Los datos son muestra de la búsqueda de ese reconocimiento, con unas tasas de actividad cada vez mayores.
Nos encontramos en un momento en el que las mujeres del medio rural tienen voz y quieren ser oídas. Este movimiento está protagonizado, sobre todo, por las mujeres más jóvenes y con cierta cualificación.
El proceso de pasar de esa situación de invisibilidad a que se valore a las mujeres no es fácil. Todavía hay muchas barreras que superar relacionadas con los roles que tradicionalmente se les ha asignado a las mujeres. Las mujeres tienen que dar a demostrar su valía y la sociedad también tiene que darse cuenta de ella.
Además, existen otra serie de retos relacionados con la formación. Para que esta incorporación se produzca de la mejor manera posible, las mujeres deben tener una formación y una profesionalización allá donde quieran comenzar sus iniciativas laborales.
«Nos encontramos en un momento en el que las mujeres del medio rural tienen voz y quieren ser oídas.»
— Margarita Rico, profesora e investigadora de la Universidad de Valladolid
Se necesita también un grado de cooperación. Es necesaria una colaboración con otras mujeres, entre empresas, debido a la pertenencia a asociaciones o debido a la pertenencia a cooperativas, entre las administraciones públicas, etc. Todo lo relacionado con la creación de alianzas y redes de trabajo es esencial para que las mujeres cumplan con el objetivo de que se las visibilice.
Otro reto es que las mujeres puedan vivir en el medio rural. Para ello, se necesita que este tenga unos servicios mínimos y que sea un lugar digno en el que se pueda vivir.
Rol académico en la visibilización de la mujer rural
P. Como profesora e investigadora en la universidad, ¿considera a los académicos una pieza clave para dar visibilidad a la mujer rural? ¿Por qué?
R. Los académicos somos una pieza más del engranaje de todo este proceso. Nos encargamos de realizar estudios fidedignos basados en metodologías aprobadas. Para llegar a cierto tipo de conclusiones y realizar cierto tipo de afirmaciones, estas tienen que estar fundamentadas en un proceso investigador anterior. Los investigadores aportamos esos datos procedentes de estudios objetivos. Esto es una forma más de dar voz a las mujeres, de visibilizar la contribución fundamental que desempeñan las mujeres en el medio rural.
Si se demuestra con datos que efectivamente las mujeres desempeñan un papel prioritario en las economías de las zonas rurales, se justifica la intervención pública y las medidas de apoyo a las mujeres en beneficio del territorio en su conjunto y en beneficio de la sociedad.
P. ¿Qué medidas se están llevando a cabo desde la universidad para visibilizar el papel de la mujer rural?
R. Por un lado, están los estudios que hacemos los que nos dedicamos a esta área de investigación, que después publicamos en revistas de investigación, así como las comunicaciones que presentamos en congresos nacionales e internacionales.
Por otro lado, dentro de las propias universidades se están realizando diferentes tipos de actividades relacionadas con la igualdad de oportunidades y la visibilización de las mujeres en el medio rural. En la Escuela Técnica Superior de Ingenierías Agrarias de Palencia, en la que se imparten titulaciones que tradicionalmente están más vinculadas a los hombres que a las mujeres al ser titulaciones verdes e ingenierías vinculadas al campo, realizamos periódicamente jornadas en las que se reconocen a las profesionales que están trabajando en los sectores forestal, enólogo, agrícola y agroalimentario. Ellas nos exponen su trayectoria laboral y sus prácticas de éxito, que publicamos en nuestra página web. Tenemos un canal de YouTube, El Salón de la Fama, en el que mostramos la trayectoria que han tenido nuestros exalumnos para que los alumnos actuales, y la población en su conjunto, vean cómo las mujeres vinculadas a puestos de trabajo que están relacionados con el campo están desempeñando también carreras profesionales exitosas. Desde la universidad tenemos que canalizar esta información para que toda la población lo tenga presente.
«Desde las universidades tendríamos que dar más difusión a las actividades de vanguardia lideradas por mujeres.»
— Margarita Rico, profesora e investigadora de la Universidad de Valladolid
P. ¿Qué otras medidas podrían realizarse?
R. Desde las universidades tendríamos que dar a conocer en los colegios y en los institutos las posibilidades que tienen las mujeres de trabajar en las zonas rurales. Es algo que ya estamos haciendo, pero quizá se podría hacer con más intensidad. Hoy en día vivimos en una sociedad muy urbanizada, con más urbanitas que personas en los pueblos. Los urbanitas no tienen conciencia de cómo se trabaja actualmente en el campo. Posiblemente tengan una visión más tradicional de cómo se realizaban las actividades antes. Por tanto, hay que visibilizar que la tecnificación y la digitalización han llegado también al campo. Mostrar que un ingeniero forestal o agrícola es un ingeniero más, o una ingeniera más en su caso, y que son profesiones tan respetables como cualquier otra de las profesiones que se realizan en entornos más urbanos. Tendríamos que dar más difusión a estas actividades de vanguardia lideradas por mujeres que, en muchos sectores, están a la cabeza a nivel europeo.
P. ¿Por qué es importante la incorporación de las mujeres rurales a la digitalización?
R. La incorporación de las mujeres rurales a la digitalización es importante por todos los beneficios que da estar conectado, por un lado, y de utilizar manejos tecnificados dentro del sector agrícola y del sector ganadero, por otro.
Debido a estos manejos más digitalizados, las actividades relacionadas con el campo no se diferencian demasiado de otro tipo de actividades. Por ejemplo, hoy en día existen drones para vigilar al ganado que está en extensivo. Antes era el pastor el que tenía que estar constantemente cuidando del ganado. En el sector del porcino, hay explotaciones que han incluido sistemas de alimentación automáticos, en lugar de tener que dar de comer a los animales manualmente varias veces al día.
P. ¿Existen casos de éxito en España o en otros países qué deban servir de referencia para la mujer rural?
R. Existen muchos casos de éxito. Hay ciertos sectores donde estamos liderando la producción a nivel europeo, e incluso a nivel mundial, como pueden ser el sector del porcino o el sector de los hortícolas. Una buena práctica, valga la redundancia, es mostrar esas buenas prácticas entre las propias mujeres rurales para que se den cuenta de que hay otras mujeres como ellas que están realizando iniciativas exitosas. También, hay que mostrarlo a la sociedad en su conjunto.
No hay que estigmatizar el sector primario. Debemos tener en consideración que es un sector digno, moderno y capaz, que está generando empleos y renta.
«El sector primario es un sector digno, moderno y capaz, que está generando empleos y renta.»
— Margarita Rico, profesora e investigadora de la Universidad de Valladolid
Próximos proyectos de Margarita Rico
P. Actualmente está trabajando en un proyecto, ¿puede adelantarnos algo sobre él?
R. A principios de año empecé el proyecto Grass Ceiling, financiado por la Unión Europea y con una dotación presupuestaria de unos tres millones de euros. El proyecto es un consorcio de nueve países para apoyar a las mujeres que están realizando actividades innovadoras dentro de las zonas rurales. España participa como uno de los socios a través de la Universidad de Valladolid, las Cooperativas Agroalimentarias y el Centro Internacional de Altos Estudios Agronómicos Mediterráneos (CIHEAM), en el caso de España, con sede en Zaragoza.
En él se va a llevar una metodología participativa que consiste en crear en cada uno de los nueve países lo que se denominan living labs o laboratorios de experiencias. En cada uno de estos laboratorios van a participar ocho mujeres que han iniciado o están pensando iniciar una actividad innovadora. En las zonas rurales, y a lo largo de los tres años de duración del proyecto, vamos a acompañar a estas mujeres en todo el camino de emprender, de llevar a cabo una actividad con alto grado de innovación, para que ellas nos señalen cuáles son las barreras a las que se enfrentan, las partes positivas, las medidas que se podrían llevar a cabo…
Además, se les va a dotar de ciertas herramientas de formación para que puedan formarse en aquellas cuestiones que ellas mismas nos planteen a través, sobre todo, de formación online. El proyecto también va a permitir que formen una red de trabajo para ponerse en contacto con las mujeres que están participando en el proyecto de otros países. Incluso, para ponerse en contacto con otras mujeres que están llevando a cabo actividades similares dentro del propio país.
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