Ana Corredoira: “La innovación nos ha permitido llegar donde estamos y es imprescindible para continuar” | Personajes Agro

Ana Corredoira es bióloga e hija de ganaderos. Creció en la explotación familiar A Cernada, una granja ecológica dedicada a la producción de leche en Palas de Rei (Lugo).

Hace 20 años, sus padres fueron pioneros al iniciar un modelo de agricultura y ganadería ecológica. Crearon su propia fábrica en la finca con la idea de vender directamente la producción. En 2014, Ana asumió las riendas de la granja. Aprovechó la maquinaria existente, introdujo nueva tecnología y, manteniendo la esencia de buscar valor añadido, dio continuidad al proyecto ideado por sus padres.

Para ello, unió fuerzas con la ganadera Marta Álvarez, de Granxa Maruxa, también dedicada a la producción de leche ecológica. A través de la cooperativa As Vacas da Ulloa ambas procesan y comercializan su leche bajo la marca Sen máis.

Su compromiso con la sostenibilidad de la actividad económica del sector primario ha sido reconocido recientemente con un Premio Extraordinario de Medioambiente del Ministerio Para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO).

PREGUNTA. Tu explotación es un proyecto familiar con un relevo generacional en 2014. ¿Cuáles han sido los hitos desde la explotación familiar hasta ahora?

RESPUESTA. Hay dos puntos en la historia del proyecto que me han servido de motor, energía y combustible para asumir el reto del relevo generacional y llevar a cabo la reestructuración del mismo.

Por un lado, la reconversión en una explotación ecológica. En el año 2002, fuimos pioneros en este tipo de certificación. Un momento clave para repensar un poco la forma de producir los alimentos. Pensar que no todo vale a la hora de producir, que el modelo de producción tiene que tener en cuenta aspectos tan importantes como el cuidado del territorio o de los animales. Yo digo que es aprender para volver a aprender.

Por otra parte, y como segundo hito de máxima relevancia, lo que es el cierre de ciclo de la producción al consumo, para tratar de incrementar el valor añadido. ¿Cómo? Mediante la transformación para comercializar directamente la leche de nuestra granja en forma de productos derivados.

La producción de lácteos ecológicos de Ana Corredoira

P. Como ganadera de una explotación de producción de leche ecológica, ¿estamos viviendo un momento de revolución en el mundo de los lácteos?

R. La revolución pasa sobre todo por el contexto de emergencia climática que vivimos ahora mismo. Sobre el escenario son habituales términos como la soberanía alimentaria y la soberanía energética. Estas dos cuestiones nos afectan muy directamente a los productores primarios, a aquellas personas que estamos en el primer eslabón de la cadena alimentaria. 

Ese es el contexto de trabajo ahora mismo, es en el que se están viviendo todos los  procesos de cambio de cara al futuro. Además, somos un sector que ha vivido muchas críticas en las últimas décadas. Siempre está en la primera esfera el elemento de producción, por problemas a niveles de costes de producción.

«La producción de alimentos debe ser sostenible ambientalmente, justa socialmente y rentable económicamente.»

— Ana Corredoira, ganadera de A Cernada

Resulta necesaria la búsqueda del aporte de valor a lo largo de la cadena alimentaria, porque es una cadena que aporta valor a la sociedad en general. Vivimos un momento de revolución en muchas facetas de la vida, pero a nivel de producción de alimentos, el futuro de la sociedad pasa por asegurar el suministro de alimentos de alta calidad a la población y por buscar un sistema de autonomía para realizarlo con la misma garantía.

P. ¿Qué papel juega la innovación, en todos los sentidos (tecnológica, económica…) en esa revolución del sector, y por extensión de la economía rural en general?

R. La revolución de la tecnología al final está muy ligada a nuestro sector. Todos los avances nos han permitido profesionalizar la agricultura y la ganadería, además de aumentar nuestra eficiencia y eficacia en la distribución de recursos y en la productividad y, por tanto, en la sostenibilidad y la rentabilidad de la actividad. La innovación nos ha permitido llegar donde estamos y es imprescindible para continuar.

Siempre aprendiendo de la tradición, como punto de partida para hacer las cosas bien. Siempre buscando la armonía entre cómo trabajamos, cómo producimos alimentos, cómo creemos que es el futuro de la producción de alimentos y cómo aplicamos todo el desarrollo de nuestra evolución y conocimiento a estas actividades.

P. El gasto en productos ecológicos ha aumentado un 7% en España en el último año, lo que refleja el incremento de este sector. ¿Qué futuro tienen la agricultura y la ganadería?

R. La ganadería y la agricultura son actividades fundamentales en la alimentación de la sociedad, también como actividades de ordenación del territorio. Su función es imprescindible y no podemos mirarla solamente de lado.

Ahora mismo, la estructura de consumo que tenemos es una demanda creciente de productos de una calidad diferenciada. Estamos además en un contexto en el que el consumidor trata de ir un poco más allá. Tratando de localizar el origen, tratando de saber de qué manera se produce y cuál es, sobre todo, el rostro que hay detrás de esa producción. Por lo tanto, los modelos de producción que ya hacen un uso más responsable de los recursos satisfacen mejor esas demandas crecientes de los consumidores. Debemos seguir trabajando en esos modelos.

La pregunta ahora es cómo debería ser la producción de alimentos de cara al futuro para cumplir con esa triple dimensión de la sostenibilidad: ser sostenible ambientalmente, justa socialmente y rentable económicamente. Debemos conjugar muy bien esos tres elementos.

Desafíos del medio rural

P. ¿Cuáles son los desafíos a los que se enfrentan las mujeres ganaderas? ¿Y los jóvenes en el medio rural?

R. La brecha generacional y la brecha de género son dos de los grandes retos que debemos afrontar en el mundo rural de cara a la continuidad de los proyectos y a la captación de talento.

Las mujeres representamos prácticamente la mitad de la mano de obra que está detrás de la producción de alimentos en el mundo. Estamos muy presentes en el territorio. Las mujeres, además, son una figura clave en su desarrollo tanto económico como social.

Si la mujer abandona el territorio rural, la despoblación y la crisis demográfica se acentúan. Por lo tanto, tenemos un problema de visibilidad. Estamos muy presentes, pero nuestro desarrollo, lamentablemente, nos ha mantenido muy al margen de los contextos en los que se gestiona, se decide o se promueven acciones que cambien nuestra vida y nuestro futuro. No podemos prescindir del 50% del talento, del potencial y de la capacidad del territorio.

«Para poder retener y captar talento joven, necesitamos un escenario de igualdad.»

— Ana Corredoira, ganadera de A Cernada

El reto está en tener cada vez más presencia o en conquistar esos espacios, desde mi punto de vista, público-institucionales, que nos permitan tomar parte de las decisiones que afectan a nuestras vidas y a nuestro futuro. Y esa será la vía, además, para romper con la brecha generacional en el territorio rural. Para poder retener y captar talento joven, necesitamos un escenario de igualdad. Es la necesidad de cara al futuro en cualquier sociedad, y también en el mundo rural.

Cocampo, compromiso por facilitar el acceso a la tierra

P. Como sabe, Cocampo surge para facilitar el acceso a la tierra, conectando de forma digital a compradores y vendedores ¿Cuál es su opinión, por su experiencia, sobre el acceso a la tierra y el mercado del suelo rústico? ¿Cree que Cocampo puede ayudar a que sea más transparente y eficiente?

R. En el mundo rural, la gestión de la tierra y del territorio desde un punto de vista integral también es una necesidad. Es una demanda, además, que se viene promoviendo desde nuestros sectores desde hace tiempo, porque ha dificultado normalmente el desarrollo de nuestras actividades, el crecimiento e, incluso, la posibilidad de implantación de nuevos proyectos o de fijación de población.

Esta iniciativa es una extraordinaria respuesta a una demanda que es patente, y que requiere además de la formalidad, del rigor y del compromiso de responsabilidad de aquellos agentes que, realmente conociendo el territorio y sus necesidades, son capaces de conectar de forma exitosa la oferta y la demanda.

Poniendo el foco en las brechas que existen ahora mismo en el territorio rural, el éxito se puede garantizar de una forma más acelerada. Conocer la realidad de un territorio es fundamental de cara a identificar las necesidades que existen en él y tratar de conectar la necesidad con la oferta de la solución. Las soluciones que son buenas para el territorio, cuando se reconocen como tal, es muy fácil asumirlas, integrarlas y, lógicamente, hacer un buen uso y aprovechamiento de ellas.