Alfonso Pérez de Andújar: «El futuro pasaría por una agricultura y una ganadería libres de pesticidas y residuos» | Personajes Agro
Alfonso Pérez de Andújar es ingeniero agrónomo. Hace dos décadas, dejó atrás su trabajo en la industria láctea y se hizo con una finca de 1.000 hectáreas en el Valle de Manzanedo (Burgos).
Allí creó la Granja Santa Gadea que, con un rebaño de 1.500 cabras ecológicas, se constituye como la primera granja de cabras alpinas para la elaboración de quesos del país. Al año produce y comercializa 200.000 quesos artesanos certificados por la FDA (Food and Drug Administration), además de otros productos como yogur, kéfir, leche semidesnatada y jabones bio.
Como resultado, su proyecto de explotación ecológica y sostenible recibió el Premio a la Mejor Operación Empresarial en 2009.
PREGUNTA. ¿Qué le llevó a producir alimentos de forma sostenible y respetuosa con el medio ambiente?
RESPUESTA. Me llevó la historia de mi vida. Mi anterior empleo estaba vinculado a la gran industria láctea transformadora y al campo. Manejaba una gran explotación con miles de cabezas de ganado, en la que esparcíamos toneladas de estiércol en las hectáreas de regadío. Sin embargo al analizar el suelo, la materia orgánica permanecía exactamente igual, no aumentaba. Lo que había estudiado en la universidad no correspondía con la realidad. Además, se habían contaminado todos los acuíferos de la finca. Fue entonces cuando comprendí que luchar contra la naturaleza era absurdo.
La industria en la que trabajaba no me satisfacía y, cuando la empresa fue vendida, decidí cambiar el rumbo de mi vida. Como el campo siempre me había atraído, compré una finca en el norte de Burgos.
Un día, un amigo químico que vive en Tenerife me habló de un libro sobre una tecnología de las bacterias y me contó que en la isla había una persona que estaba llevando a cabo esa técnica. Al leerlo, se encendió una luz en mi mente. Viajé a Tenerife para ver cómo era la técnica in situ y quedé asombrado.
Al regresar, hice una prueba en una granja ganadera cercana a mi finca. Introduje las bacterias en una de las balsas de purines de cerdo. Un mes después, la balsa había pasado de 700 mil a 70 mil litros. Las bacterias habían consumido todos los nodos en su parte inferior.
A partir de ahí, empecé a trabajar con esta tecnología revolucionaria. Aunque no se trata de un invento absolutamente desconocido, porque existen fábricas de este producto en 70 países del mundo, el número de personas con la formación necesaria para comprender cómo funciona y querer aplicarla es reducido.
Santa Gadea: el proyecto de Alfonso Pérez de Andújar
P. La principal innovación de su proyecto es el uso de biotecnología para fermentar el estiércol del ganado y transformarlo en compost. ¿En qué consiste ese proceso?
R. Es una tecnología desarrollada por el ingeniero agrónomo japonés Teruo Higa, que se basa en una fermentación anaerobia, es decir, en ausencia de oxígeno. A través de ella, se fomentan los beneficio que las bacterias en anaerobiosis y un pH muy ácido pueden proporcionar al medio ambiente y, en definitiva, a todos los procesos en los que se aplique.
El suelo se ha formado a lo largo de miles de millones de años. No se puede cambiar una biología que se ha desarrollado a lo largo de tanto tiempo proporcionándole algo que no está acostumbrado a comer. Antiguamente, el estiércol se dejaba amontonado fuera de los establos de los pueblos dos años, tiempo en el que fermentaba naturalmente y se convertía en compost, que era lo que se utilizaba para fertilizar las huertas. El estiércol fermentado es lo que el suelo está acostumbrado a comer.
La ventaja de esta tecnología radica en que un proceso que normalmente tomaba un par de años puede reducirse a dos meses en condiciones óptimas de temperatura, o cuatro meses si las condiciones son menos favorables.
No obstante, es importante cumplir con los parámetros de ausencia de oxígeno, temperatura, humedad y pH, porque desviarse de ellos es determinante para el éxito del proceso.
P. ¿Qué otras tareas realiza en su granja ecológica?
R. En la ganadería, hacemos todo lo posible para garantizar la salud y la flora intestinal de los animales.
También, hemos desarrollado una empresa en la que realizamos todo nosotros. Tenemos nuestras propias cabras, pastos y la leche obtenida en la sala de ordeño va directamente a la fábrica, que es donde se producen los quesos, los yogures y los kéfires.
«Si todo el proceso final de la fábrica se realiza correctamente, la calidad del producto es espectacular.»
— Alfonso Pérez de Andújar, ganadero de Santa Gadea
Tenemos una materia prima que viene de un solo origen, de kilómetro 0. La granja se encuentra a cincuenta metros de la quesería, no hay transporte ni contaminación.
Si todo el proceso final de la fábrica se realiza correctamente, la calidad del producto es espectacular.
P. Como acaba de decir, además de los quesos artesanos, elaboran y comercializan yogur, kéfir, leche semidesnatada y jabones bio. ¿Tienen pensado producir otro tipo de producto?
R. Sí, en un futuro tenemos pensado hacer más tipos de leches fermentadas, porque es el producto que mayor mercado tiene con diferencia.
P. Usted ha comentado en otras ocasiones que ser ecológico es importante, pero hay otras cosas más importantes. ¿A qué se refiere con ello?
R. Lo ecológico hay que tomarlo con cierta amplitud. Debemos mostrar ser un poco más flexibles. El futuro pasaría por una agricultura y una ganadería libres de pesticidas, y de residuos en general. Si un momento puntual necesitas utilizar pequeñas cantidades de químicos en tu granja, se debería permitir siempre que se garantice que el producto final esté exento de residuos.
Nos enfrentamos al desafío de alimentar a una población mundial en constante crecimiento. Siendo realistas, el futuro de la alimentación pasa por los invernaderos. Los invernaderos son cultivos hiperintensivos y, en un momento dado, puede que llegue un bichito que se coma los tomates y haya que darle un repaso a la tomatera con un producto concreto. Mientras que se garantice que el residuo ha desaparecido, ¿por qué no? Creo que el futuro pasa por ahí. La legislación futura debería pasar por un mayor control en el producto final, de manera que la química se use como una farmacia, no como un supermercado.
«La legislación futura debería pasar por un mayor control en el producto final.»
— Alfonso Pérez de Andújar, ganadero de Santa Gadea
Relevo generacional
P. ¿Qué visión tiene respecto al relevo generacional en el campo?
R. La situación del relevo generacional en el campo es muy complicada. En nuestro caso, mi hijo ha seguido con el proyecto.
No se está dando la importancia que tiene, no se está incentivando a la gente a que vivir en el campo es otro trabajo más como otro cualquiera. Hay que apoyar a las industrias que operan en el campo, sobre todo a las que transforman. Se habla de la España vacía, pero no se busca una solución real.
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